Cómo encontrar ese equilibrio

1. Aprende a pedir ayuda No tienes que hacerlo todo sola. Delegar tareas a tu pareja, familiares o incluso aceptar que la casa no siempre estará impecable es parte del proceso. ✨ 2. Tiempo para ti, sin culpas Reservar al menos 15-30 minutos al día para hacer algo que te guste—leer, hacer ejercicio, escribir, darte un baño relajante—es fundamental. No es egoísta, es necesario. ✨ 3. Rodéate de una tribu de apoyo Tener amigas, familiares o grupos de mamás con quienes compartir experiencias y desahogarte hace una gran diferencia. ✨ 4. Escucha a tu cuerpo Descanso, alimentación balanceada y actividad física no deberían ser una opción, sino una prioridad. Un cuerpo cansado y mal nutrido no rinde ni física ni emocionalmente. ✨ 5. Recuerda quién eres más allá de ser mamá Eres mujer, amiga, profesional, creativa… No pierdas de vista esas facetas de ti misma. Retomar pasatiempos o pequeños proyectos personales puede hacer maravillas por tu bienestar.